El turbocargador es una pieza clave en el rendimiento de tu motor. Detectar a tiempo una falla puede ahorrarte costosas reparaciones. Estas son 5 señales que indican que tu turbo podría estar dañado:
5 Señales de que tu Turbo Necesita Reparación
Si tu vehículo ya no responde igual al acelerar o sientes que le falta fuerza, podría ser una señal de que el turbo no está funcionando correctamente.
El humo azul o negro al acelerar puede indicar una fuga de aceite o combustión incompleta, ambas comunes en turbos defectuosos.
Si escuchas un silbido agudo o ruidos metálicos al acelerar, podría ser que el eje del turbo está desgastado o las aspas estén dañadas.
Un turbo dañado puede permitir el paso de aceite hacia el sistema de admisión, aumentando el consumo sin explicación aparente.
La luz de “check engine” puede encenderse si el turbo tiene fallas en sensores o presión. Es recomendable hacer un escaneo electrónico.
Conclusión:
Si notas una o más de estas señales, acude a un taller especializado en turbos lo antes posible. Detectar el problema a tiempo puede prevenir daños mayores al motor.

